Personaje: Matt




Relato procedente: "Amores de Papel" (Huellas del Tiempo).


Resumen: Es un joven, el cual, su vida es borrachera, pasarlo bien y acostarse con cualquier chica que se tercie esa noche, mientras que, al día siguiente es como si para él no existiera. Clare era su vecina, alguien que le cautivó sin darse cuenta y le hizo creer en un amor que él no creía que fuera posible sentir; aunque hubo un momento de la relación donde todo iba perfecto, en el que ella tuvo que irse a Italia a trabajar con su familia terminando totalmente con la relación que ambos compartían, dejando a Matt solo a la vuelta del desastre que tenía antes de conocerla sin sentir nada por ninguna otra mujer.

Nombre completo: Matt Claerness Lure.                    Edad: 32 años.

Ciudad natal: Colorado.                                            Profesión: Fotógrafo.


Descripción física:

Mis cabellos castaños al igual que mis ojos, son lisos y muy maleables, aunque suelen caerse con mucha facilidad, son débiles, así que, nunca aspiro a tener el pelo más largo de lo que ya lo llevo. Mis labios finos esbozan sonrisas por doquier tan solo en las fiestas a las que voy cada noche, a cada joven que pasa por mi lado, a cada sonrisa recibida, a cada caricia y a cada noche de sexo sin alternativa. Mi cuerpo esbelto goza de cada orgasmo, de cada compañía y de cada beso fingido y el que mañana no va a significar nada en absoluto.

Descripción de la personalidad:

Muchos dicen que soy egocéntrico y creído debido a mi forma de vestir e incluso, a mi forma de hablar, pero yo nunca lo he creído, ya que, tan solo puedo ser algo presumido y es normal que me arregle un poco más para salir por si me sale alguna chica a la que meter en mi cama. Puedo ser muy rudo a veces en situaciones en las que no me gusta que me despierten durante mi periodo de resaca, como aquella tal Melany que me despertó en plena siesta; en otras situaciones, como las borracheras fiesteras, suelo ser más agradable y simpático. Me fijo en el físico que es lo único que me interesa en una mujer, en la profundidad de los ojos de Clare, la joven que vivía justo a mi lado y que jamás me di cuenta de su belleza interior y exterior y que ni pensaba que fuera tan maravillosa.

Una infancia de autoridad y tradicionalidad:

En mi familia siempre se ha educado mediante una autoridad fuerte proveniente de mi padre, el cual, se fijaba en cada cosa que hacías y no permitía que hicieras nada que se saliera de lo que él decía sino, estabas bien jodido y ya te podías ir corriendo de allí. Ésto se mezclaba con la tradicionalidad que exigían tanto mi padre como mi madre en su casa, es decir, no se permitía que ninguno de sus hijos fueran gays, que se vistieran con estilos punk o que tuvieran en cuenta todos los procesos de matrimonio y fidelidad, e incluso, no soportaban que uno de nosotros se cambiara de color de pelo, a parte de querer un número estricto de nietos por cada hermano, era verdaderamente descabellado.

Durante mucho tiempo, me atosigaban tanto en los deberes como en mi vida personal conforme fui creciendo. Me transmitían valores demasiado religiosos como para permitirlos, de hecho, decían continuamente que no debíamos practicar sexo antes del matrimonio porque era un pecado monumental, uno de los peores. Desde muy pequeño todo ésto me olía a chamusquina y no me gustaba para nada, sabía que había algo que no me cuadraba, e incluso, muchas de las cosas que nos inculcaban yo sabía que no eran correctas aunque tuviera tan solo nueve años. Lo que decían era francamente humillante para cualquier persona, e incluso, ofensivo y no podía creer cómo podíamos estar teniendo este tipo de educación tan xenófoba.

Una adolescencia totalmente rebelde:

Como he dicho antes, no me cuadraba en absoluto lo que decían mis padres y yo no consideraba que los gays fueran personas a las que no deberíamos de hablar, que no practicáramos sexo hasta el matrimonio y muchos más pecados que nunca he sabido de dónde se los han sacado. Di lugar a mi rebeldía, llevándoles la contraria casi con continuidad, es decir que, diariamente tenían quejas mías y siempre hacía cosas que iban en contra de lo que ellos pensaban, riéndome de ellos más tarde porque sabía que no toleraban las cosas que yo hacía y que se volverían locos en saber lo que había hecho.

Después de muchos gritos y situaciones francamente insoportables, decidí independizarme con la ayuda de un trabajo demasiado mal pagado como para ser verdad, pero me daba lo suficiente como para poder vivir por mis propios medios. Me costaba mucho mirar hacia delante, hacia un futuro que veía totalmente incierto y del que no pensaba que saliera nada bueno, ya que, lo que veía delante de mí era llorar a mis padres para que volvieran a aceptarme en su casa, pidiéndoles perdón por aquello que les dije que yo pensaba que era lo verdadero y lo peor, hacer exactamente lo que exigían siempre en mi familia desde unas generaciones anteriores.

Una carrera y una etapa adulta fiestera y tranquila:

A partir de una independecia bastante dura, empecé a tener dinero para pagarme una carrera después de ahorrar durante mucho tiempo y lo que más me gustaba era salir de fiesta con mis amigos, era verdaderamente reconfortante. A ésto se le unieron varias borracheras locas en las que me levantaba en algún lugar remoto de mi casa y sin saber qué ocurrió el día anterior, riéndome de aquellas fotos que aparecían en mi móvil a esas horas de la tarde y sin creer toda la locura que podía ocurrir en una sola noche. 

Empecé a tener muchos amigos, a salir cada vez más y sacándome una carrera que me encantaba: fotografía, me encantaba ver el mundo de diferentes percepciones y colores. Me mudé a otra casa más bonita y mucho más grande cuando empecé a trabajar en aquello que me apasionaba dejando atrás aquel trabajo mal pagado y de mal augurio, así que, estaba encantado y era feliz. Suelo trabajar por las tardes y muchas noches después de haber pasado la resaca del siglo de la noche anterior. Reconozco que, desde que conocí todo aquello que me prohibieron mis padres con total constancia, no he parado de encontrarme en una locura continuada, sin pensar ni un momento en dónde estoy o hacia dónde voy con mi comportamiento o si me gustaría tener una relación seria por una vez en mi vida... Tan solo paso los días y los empiezo a las ocho de la tarde pasando el día durmiendo dependiendo de la carga de trabajo diaria.

Fotografía artística:

Esta carrera me ha aportado lo mejor que podría haberme imaginado, es decir, es lo mejor que me ha pasado en la vida. Ha sido algo que ha hecho que vea las cosas desde otros ojos, que vea el arte como lo que realmente es: una bendición. He podido resurgir como persona y a mejorar en cuanto a mi salario, en cuanto a la alimentación, a la vestimenta, e incluso, hasta mi casa y los muebles, es decir, que tengo unas condiciones mucho mejores en mi vida gracias a algo que he necesitado durante años, aquellos que pasé tan mal en aquel trabajo que tenía que hacer para tener algo de dinero. 

Me encanta hacer fotografías artísticas, ya sean, de paisajes, retratos y muchos de los momentos importantes de personas que se unen en matrimonio o de comuniones en los que los niños se lo toman con tanta ilusión o tan solo sesiones de fotos en un parque con un lago precioso. Hay cierta competencia en cuanto a los fotógrafos, ya que, siempre está la misma pregunta existencial: ¿por qué ir a Matt y no a otro? Trabajo desde casa y tengo todos los utensilios necesarios para no tener que trasladarme ni pagar a Hacienda por tener una empresa, se considera como un hobbie.

Fiestas y sexo sin parar:

Como he dicho anteriormente, lo único que hago a lo largo del día es pasarlo en la habitación de alguna joven con la que me he acostado solo para mi propio interés personal y sexual, sin importarme en absoluto cualquier tipo de sentimientos, sin querer ningún tipo de roce con ellas. Todo ésto después de una borrachera monumental de la que no me acuerdo de nada y durmiendo durante parte de la mañana y gran parte de la tarde, dejando algunas horas durante la noche para hacer algunos trabajos que tengo pendientes y arreglándome para volver a salir de borrachera y así, sucesivamente.

Recibo innumerables llamadas de jóvenes descontentas por ser ignoradas con respecto a mí, no entienden que no me interesan sus mierdas, tan solo estaba lo suficientemente borracho como para cometer la equivocación más grande del mundo en la que me acabo acostando con una joven a la que le encantan los ponis y llora cada vez que ve a su ex novio, por favor... Eso es lo que voy a hacer y seguir haciendo debido a la decepción que me llevé con la marcha de Clare, a la cual, hasta hoy no he vuelto a ver pero aquella que recuerdo con más ímpetu y cariño aunque no quiera.

Clare, una vecina increíble:

Nunca me había fijado en ella, a pesar de haber vivido justo en frente de mi casa durante más de dos años. Me cruzaba con ella por la escalera y nos saludábamos, pero nada más que eso, tan solo otra vecina más del edificio. No pensé que sería una chica tan interesante, tan atenta cuando hablas y, a la vez, tan sincera y divertida; digamos que lo tenía todo para mí, era la chica perfecta con la que compartir mi vida. A parte de ésto, todo su cuerpo era belleza y, al pasar por tu lado, te nublaba de alegría, de ternura, podías percibir el aroma de sus labios y el amor de su mirada. 

No había sentido nada igual hasta ese momento en la calle cuando me preguntó si había alguna chica, después de volver de debajo de las sábanas de una joven con la que me acosté y de la que no me acordaba. Me sentí verdaderamente culpable mucho después y me sorprendí cuando me dijo que a pesar de lo que sabía y que me acostaba con todo lo que se movía, conseguí llegarle tan profundamente como ella lo había hecho en mí. Todo lo que hicimos durante todo ese tiempo fue increíble: fuimos al cine, a fiestas de la ciudad, compramos ropa, fuimos de compras y a hacer las típicas cosas que haría una pareja, ya que, desde ese momento ya me empecé a meter en ese mundo que hasta esos instantes no conocía.

Tuvo que irse, alejarse de mi lado para continuar con la vida que tenía antes de mí, e incluso, antes de venir aquí. Su madre demandaba su presencia en Italia para que trabajara en su empresa, necesitaba su ayuda allí y ella no tuvo más remedio que ir. Nuestra relación siguió durante varias semanas a distancia pero no funcionó, fue un verdadero desastre, se convirtió en una relación llena de celos, incomprensión y enfados por no poder vernos, hasta llegar a un punto en que no nos soportábamos, y ya casi ni hablábamos. Una relación que empezó siendo tan bonita, se desvaneció poco a poco sin darnos cuenta, sabiendo que la distancia no es una buena opción para una pareja que lleva poco tiempo saliendo, puede acabar en desastre.

Un futuro lleno de monotonía:

Veo un futuro lleno de monotonía en este aspecto, no creo que nada vuelva a ser como antes, que vuelva a enamorarme como lo hice con ella y por primera vez, siendo totalmente virgen en este ámbito tan curioso y, a la vez, tan confuso. No soportaba la idea de que me apartaran de esta manera, de que me rompieran desde dentro, así que, prefería sexo sin compromiso adentrándome en mis borracheras nocturnas y sin sentido.

No veo otro futuro para mí, más que la fotografía, las borracheras y las noches entre las sábanas de alguna joven inocente de la que en un futuro no iba a acordarme. Un futuro lleno de soledad, vacío y estando en una constante confusión cada mañana al despertar en otra habitación desconocida, dejando la idea de formar una familia o de compartir algo lo suficientemente importante para mí como es la vida, pero me dejo llevar por el alcohol y termino siendo otro que no soy yo y parece que lo prefiero. Nada va a cambiar, voy a caminar por un mar de desasosiego y aceptando que mi vida no va a cambiar y que quizá, los demás tienen razón en cuanto a mi forma de ser, de aquella persona de la que me alejo y la que no me crea ninguna simpatía: yo mismo.
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