Personaje: Michael
Relato procedente: "Otra Persona" (Huellas del Tiempo).
Resumen: Después de quince años, Seth se reúne con su hermano pero no termina demasiado bien, ya que, a éste le dio la impresión de que tan solo había ido al concierto y a su casa para reírse de él y no para darle una explicación de por qué le abandonó cuando más le necesitaba, resultó que no tenía ninguna justificación razonable y terminó echándole de su casa.
Nombre completo: Michael Allegra Summers. Edad: 28 años.
Ciudad natal: San Francisco. Profesión: Fotógrafo.
Descripción física:
Descripción de la personalidad:
Como he dicho antes, soy bastante egoísta, siempre pienso en cómo sobrevivir yo mismo, cómo puedo salir de las situaciones solo pero nunca dejaría de pensar en mi hermano, eso es lo que le hice creer, en primer lugar. Siempre he pensado que no soy muy generoso con los demás, me han hecho daño y no veo que sea necesario ser agradable con aquellos que no lo han sido conmigo. Me pierden los viajes largos, me encanta viajar y ver el mundo, soy alguien a quién le gusta ser él mismo y no la expectativa de otro. Pero soy alguien que no merece ser salvado por abandonar a los que más he querido.
Una infancia juntos:
Mi hermano Seth y yo siempre estuvimos juntos, somos gemelos y nacimos a unos minutos de diferencia el uno del otro. Estábamos juntos en cada fracaso, en cada momento feliz, en cada charla sobre chicas, en cada momento triste... nos ayudábamos mutuamente en todos ellos, nos apoyábamos en lo que hiciese falta. Nunca nos separábamos, de hecho, nuestra madre se enfadaba constantemente con nosotros porque incluso, dormíamos juntos debido a las temibles pesadillas que, a veces, llegamos a compartir en una misma noche, ella quería que nos acostumbráramos a dormir en camas y en habitaciones separadas, para no tener que echarlo de menos más tarde y terminar acogiendo esa costumbre, pero éramos incapaces de llevarlo a cabo.
Éramos uña y carne, no podíamos separarnos ni aunque quisiéramos, nos convertimos en una sola persona, ni siquiera nuestra madre era capaz de hacerlo. Intentaba saber cuál era cuál pero conseguíamos confundirla y nos pasábamos las tareas de casa sin que ella se enterara, pensaba que Seth estaba haciendo la colada pero en realidad era yo, a él jamás le gustó hacerla. Muchas veces, nos cubrimos las espaldas frente a problemas mayores y siempre salíamos de ellos sin un rasguño porque nos respaldábamos en todo. Esa era nuestra fuerza, lo que salía de nosotros mismos, ni siquiera éramos capaces de dejar al otro atrás, no podíamos hacerlo.
La marcha de nuestra madre:
Seth se empezó a guardar muchas cosas dentro, era incapaz de mediar palabra y no podía sacarle de sí mismo, quería pero, jamás llegó a dejarme, se terminó encerrando. Como imaginaréis, el motivo por el que me fui de San Francisco fue la muerte de mi madre, no fue algo que planeé, simplemente ocurrió. Mi madre siempre fue un pilar muy importante en mi vida, me enseñó muchas cosas que tienen que ver con el campo de la fotografía, de hecho, me lo fue enseñando desde que andaba en pañales, era una gran mujer, nunca he entendido por qué nuestro padre la dejó atrás en su vida aunque tampoco es que me importe, para mí siempre fue un traidor.
Dejando mi vida atrás:
La noche que decidí irme de San Francisco y dejar mi vida entera atrás, incluso a mi hermano, fue la que más me dolió, me llegó a perforar el corazón. Fue pensado y hecho, como he dicho, no hubieron planes, ni siquiera maletas... vi que salía un ferry hacia vete tú a saber dónde y simplemente me subí sin pensar en las consecuencias ni en lo que dejaba atrás, lo único importante para mí era que ese dolor se desvaneciese de una vez junto con todos los recuerdos que tenía de mi madre y nuestra increíble infancia a su lado. Cuando me di cuenta, ya estaba a millones de kilómetros del lugar en el que nací y empecé a utilizar la cámara de fotos que me regaló mi madre cuando cumplí los diez años, empecé a ser un verdadero artista allá donde iba con un montón de seguidores en todas las redes sociales existentes, de hecho, también solía ir a galerías donde podían comprar mis obras, era verdaderamente excitante.
Una vuelta al mundo interesante:
Todo ésto no solo cambió mi vida profesional, sino que, también lo hizo en cuanto a mi carácter. Al estar solo todo el tiempo, en la única persona en la que pensaba era yo en su totalidad, no había cabida para nadie más, de hecho, no me importaban ni las mujeres a las que me llevaba a la cama y solía ser bastante cuidadoso con mis relaciones, jamás me gustaron los rollos de una noche y, en ese momento empecé a tenerlos sin que la supuesta relación de una noche hubiera importado nada; mi carácter empezó a cambiar de amable a un borde total, a ser sarcástico, e incluso, pasota en cuanto a todos los temas existentes, a todos los peligros y a mi hermano en especial, cuando empezaba a sentirme culpable por haberle dejado, una botella de vodka solucionaba el problema y, al día siguiente, un día nuevo y precioso en el que me mudaba a otro sitio. Jamás le llamé ni le envié ningún correo explicándole nada, no quería estorbarle, sabía que poco a poco lo iría superando sin mí, no era alguien bueno para él, siempre lo supe quebrantando la promesa que le hice a mi madre de que siempre estaríamos juntos, también fui un traidor y un mentiroso de cuidado.
Vuelta a San Francisco:
Os preguntaréis por qué me comporté como un imbécil en nuestra charla en el salón de su casa y, espero que lo penséis pero no que desconfiéis de mí. Sabía que si le contaba la verdad le defraudaría y, muy profundamente, sabía que a mi madre también la había decepcionado y no podía volver a pasar por eso, era demasiado duro como para volver a pasarlo totalmente solo en mi mente, en mi corazón destrozado... había decidido no volver a ello y no lo haría. Le hice enfadar porque sabía que no me dejaría marchar fácilmente, sabía que si volvíamos a estar juntos no podría irme de allí, todo aquel lugar me atrapaba y a Seth también, lo que pasa es que a él siempre le gustó ese lugar, pero nunca fue el mío cuando mi madre se fue. Mi hogar estaba en todas partes y en ninguna al mismo tiempo, ya no quería formar parte de aquella vida y sabía que si se lo ofrecía a Seth tampoco se vendría conmigo a dondequiera que yo fuera, ya que, aquí tenía a su grupo y su vida entera, no podía hacer que renunciara a ello por alguien como yo. Así que, volví a abandonarle. Pensad lo que queráis, pero no podía volver a sentirme encerrado y hacer que mi hermano estuviera tan mal como al principio, no podía permitirlo.
Descubriendo fotografías nuevas:
Las fotografías me han enseñado que son pequeñas partes de nuestros recuerdos más preciados, lugares en los que hemos estado y en los que queremos volver a estar, momentos inolvidables en los que no puedes o no quieres volver atrás, el tiempo que no se puede recuperar pero que tan solo lo tienes en una fotografía, todo ello comprimido en un solo clic, a unos centímetros de ti haciéndote volver a vivirlo otra vez, es una conexión muy especial que no tendrías con nadie más que con los paisajes fotografiados.
Siguiendo por el mundo solo:
En fin, mi vida seguirá siendo un viaje en el que recordaré a Seth muchísimo y lo querré de la misma manera, aunque él no pueda hacerlo. En mis recuerdos permanecerá mi madre y todas las fotografías que he ido haciendo hasta hoy, están en mis increíbles álbumes hechos a mano por mí en una tiendecita muy especial en la India donde me enseñaron a hacerlos, eran unas mujeres realmente ingeniosas. Nunca olvidaré esos momentos, la soledad, lo increíble que es ver esos lugares en los que muchos envidiarían poder estar y poder captarlos con la vista, lo intenso que es hacer todo lo que siempre deseaste, el sentirse libre después de estar encerrado durante tanto tiempo y el poder decidir por mí mismo sin necesidad de seguir normas estúpidas de la sociedad, ni siquiera recuerdo cuándo es mi cumpleaños ni llamo a nadie para felicitarle, nunca celebro la Navidad y, mucho menos, las despedidas de soltero, de hecho, jamás he ido a una boda. Tan solo tengo recuerdos increíbles que puedo volver a ellos en cuanto quiera, he de prestar atención a los detalles en mi ordenador, imprimirlos y volverme a sentir como cuando estuve allí: Libre y siendo yo mismo.
Nombre completo: Michael Allegra Summers. Edad: 28 años.
Ciudad natal: San Francisco. Profesión: Fotógrafo.
Descripción física:
Mi cabello negro es algo largo, liso, sedoso e
increíblemente bien cuidado, algo que me gusta trabajarme antes de salir de
casa. Mis ojos azules reflejan cierta indiferencia, hacia todo y todos los que
me rodean, no me importa en absoluto lo que hagan o dejen de hacer, la mejor
forma de salvarse uno mismo es siendo un poco egoísta. Mis labios finos suelen
mostrar una sonrisa traviesa y maliciosa, siempre que intento reírme de
alguien, e incluso, de hacerle daño, a veces, es excitante. Mi cuerpo esbelto va
equipado con unos vaqueros algo rotos y camisas negras sin corbata, con el
cuello y una parte del pecho descubierta, ya que, jamás he tenido que
avergonzarme de los pelos en el mismo, nunca he tenido demasiados.
Descripción de la personalidad:
Como he dicho antes, soy bastante egoísta, siempre pienso en cómo sobrevivir yo mismo, cómo puedo salir de las situaciones solo pero nunca dejaría de pensar en mi hermano, eso es lo que le hice creer, en primer lugar. Siempre he pensado que no soy muy generoso con los demás, me han hecho daño y no veo que sea necesario ser agradable con aquellos que no lo han sido conmigo. Me pierden los viajes largos, me encanta viajar y ver el mundo, soy alguien a quién le gusta ser él mismo y no la expectativa de otro. Pero soy alguien que no merece ser salvado por abandonar a los que más he querido.
Mi hermano Seth y yo siempre estuvimos juntos, somos gemelos y nacimos a unos minutos de diferencia el uno del otro. Estábamos juntos en cada fracaso, en cada momento feliz, en cada charla sobre chicas, en cada momento triste... nos ayudábamos mutuamente en todos ellos, nos apoyábamos en lo que hiciese falta. Nunca nos separábamos, de hecho, nuestra madre se enfadaba constantemente con nosotros porque incluso, dormíamos juntos debido a las temibles pesadillas que, a veces, llegamos a compartir en una misma noche, ella quería que nos acostumbráramos a dormir en camas y en habitaciones separadas, para no tener que echarlo de menos más tarde y terminar acogiendo esa costumbre, pero éramos incapaces de llevarlo a cabo.
Éramos uña y carne, no podíamos separarnos ni aunque quisiéramos, nos convertimos en una sola persona, ni siquiera nuestra madre era capaz de hacerlo. Intentaba saber cuál era cuál pero conseguíamos confundirla y nos pasábamos las tareas de casa sin que ella se enterara, pensaba que Seth estaba haciendo la colada pero en realidad era yo, a él jamás le gustó hacerla. Muchas veces, nos cubrimos las espaldas frente a problemas mayores y siempre salíamos de ellos sin un rasguño porque nos respaldábamos en todo. Esa era nuestra fuerza, lo que salía de nosotros mismos, ni siquiera éramos capaces de dejar al otro atrás, no podíamos hacerlo.
La marcha de nuestra madre:
Nada salió como lo habíamos planeado en nuestra adolescencia, por
descontado, ya que, yo no contaba con la muerte de nuestra madre para nada, no
pensaba que su momento fuera tan pronto, tan repentino... no pensamos que su
vida se pararía a sus cincuenta años de edad, de hecho, se fue a causa de un
paro cardíaco, tuvo una muerte natural y, supongo que dulce, nunca lo sabremos.
En fin, fue algo que no esperábamos que nos separara tanto, la queríamos más
que a nada en el mundo, ya que, nuestro padre nos abandonó cuando nacimos junto
con ella y jamás llegamos a conocerle, por ello, tan solo la teníamos a ella y
era la única que nos guiaba por el camino correcto, sin obligaciones ni límites
de ningún tiempo, siempre dejándonos elegir lo que mejor nos conviniera.
Seth se empezó a guardar muchas cosas dentro, era incapaz de mediar palabra y no podía sacarle de sí mismo, quería pero, jamás llegó a dejarme, se terminó encerrando. Como imaginaréis, el motivo por el que me fui de San Francisco fue la muerte de mi madre, no fue algo que planeé, simplemente ocurrió. Mi madre siempre fue un pilar muy importante en mi vida, me enseñó muchas cosas que tienen que ver con el campo de la fotografía, de hecho, me lo fue enseñando desde que andaba en pañales, era una gran mujer, nunca he entendido por qué nuestro padre la dejó atrás en su vida aunque tampoco es que me importe, para mí siempre fue un traidor.
Como he dicho anteriormente, tan solo ocurrió. La casa donde
siempre vivimos estaba impregnada de recuerdos allá donde iba y no podía
soportarlo, mucho menos Seth. Intentaba ser el hermano fuerte, el que cuidara
de él tan solo por haber nacido unos minutos antes, tal y como quería mi madre,
pero la verdad, yo tampoco pude mantener la entereza necesaria para ser tan
fuerte, para conseguir que Seth se sintiera mejor porque yo tampoco lo estaba
llevando demasiado bien que digamos, estaba destrozado por dentro, no podía
soportar el dolor y, en ocasiones, me hacía tanto daño que no podía evitar
gritar por las noches, era imposible dormir con aquellos recuerdos metidos en
mi mente, en las que el subconsciente los transformaba en sueños.
La noche que decidí irme de San Francisco y dejar mi vida entera atrás, incluso a mi hermano, fue la que más me dolió, me llegó a perforar el corazón. Fue pensado y hecho, como he dicho, no hubieron planes, ni siquiera maletas... vi que salía un ferry hacia vete tú a saber dónde y simplemente me subí sin pensar en las consecuencias ni en lo que dejaba atrás, lo único importante para mí era que ese dolor se desvaneciese de una vez junto con todos los recuerdos que tenía de mi madre y nuestra increíble infancia a su lado. Cuando me di cuenta, ya estaba a millones de kilómetros del lugar en el que nací y empecé a utilizar la cámara de fotos que me regaló mi madre cuando cumplí los diez años, empecé a ser un verdadero artista allá donde iba con un montón de seguidores en todas las redes sociales existentes, de hecho, también solía ir a galerías donde podían comprar mis obras, era verdaderamente excitante.
Después de ver lugares fantásticos como Florencia, Venecia,
Brujas, el Amazonas, Argentina y muchas más, no pude parar de viajar, tan solo
quería encontrarme con cosas cada vez más alucinantes, quería captarlas con mi
preciosa cámara y dejar que otros pudieran echarles un vistazo. La verdad, no
esperaba poder viajar tanto en mi vida, poder comunicarme con mis obras tan
profundamente, no entendía cómo podía haber tanto mundo y que yo no hubiera
salido de mi casa jamás, era una especie de pecado mortal. Dejé de pensar en
nuestra madre, e incluso, en Seth siento mucho decirlo, pero por primera vez me
sentía lleno de vida, sin pensar en la muerte de la persona más importante de
nuestras vidas y sin estar pensando constantemente qué le diría a mi hermano
para animarle cada mañana al despertar.
Todo ésto no solo cambió mi vida profesional, sino que, también lo hizo en cuanto a mi carácter. Al estar solo todo el tiempo, en la única persona en la que pensaba era yo en su totalidad, no había cabida para nadie más, de hecho, no me importaban ni las mujeres a las que me llevaba a la cama y solía ser bastante cuidadoso con mis relaciones, jamás me gustaron los rollos de una noche y, en ese momento empecé a tenerlos sin que la supuesta relación de una noche hubiera importado nada; mi carácter empezó a cambiar de amable a un borde total, a ser sarcástico, e incluso, pasota en cuanto a todos los temas existentes, a todos los peligros y a mi hermano en especial, cuando empezaba a sentirme culpable por haberle dejado, una botella de vodka solucionaba el problema y, al día siguiente, un día nuevo y precioso en el que me mudaba a otro sitio. Jamás le llamé ni le envié ningún correo explicándole nada, no quería estorbarle, sabía que poco a poco lo iría superando sin mí, no era alguien bueno para él, siempre lo supe quebrantando la promesa que le hice a mi madre de que siempre estaríamos juntos, también fui un traidor y un mentiroso de cuidado.
En cuanto me di cuenta, volvía a San Francisco sin haberlo
planeado. Realmente, estaba de paso, pensaba irme a pasar unos veinte días en
Los Ángeles, no sabía cómo se me había ocurrido pasarme por allí y ver a mi
hermano Seth en aquel concierto en el que iba a hacer un debut impresionante.
Esperaba que le diera un ataque de pánico al verme, de hecho, esa excusa barata
que dijo al salir sobre su indisposición me pareció absurda, nadie cambia de
tener una fuerza impresionante para dar un concierto a quedarse en punto
muerto, nadie puede hacer eso. Su cantante consiguió hablar con él y hacerle entrar
en razón, parecía muy buen amigo suyo dado la fuerza que le dio para terminar
el concierto. Me sentí orgulloso de verle allí arriba tocando esa guitarra tan
potente que se habría comprado con lo que ganaron en su primer álbum, el que me
compré nada más salió y no he parado de escuchar, no he podido dejar de ver su
talento entre las letras y el instrumental, no he dejado de ver a mi hermano en
todas ellas.
Os preguntaréis por qué me comporté como un imbécil en nuestra charla en el salón de su casa y, espero que lo penséis pero no que desconfiéis de mí. Sabía que si le contaba la verdad le defraudaría y, muy profundamente, sabía que a mi madre también la había decepcionado y no podía volver a pasar por eso, era demasiado duro como para volver a pasarlo totalmente solo en mi mente, en mi corazón destrozado... había decidido no volver a ello y no lo haría. Le hice enfadar porque sabía que no me dejaría marchar fácilmente, sabía que si volvíamos a estar juntos no podría irme de allí, todo aquel lugar me atrapaba y a Seth también, lo que pasa es que a él siempre le gustó ese lugar, pero nunca fue el mío cuando mi madre se fue. Mi hogar estaba en todas partes y en ninguna al mismo tiempo, ya no quería formar parte de aquella vida y sabía que si se lo ofrecía a Seth tampoco se vendría conmigo a dondequiera que yo fuera, ya que, aquí tenía a su grupo y su vida entera, no podía hacer que renunciara a ello por alguien como yo. Así que, volví a abandonarle. Pensad lo que queráis, pero no podía volver a sentirme encerrado y hacer que mi hermano estuviera tan mal como al principio, no podía permitirlo.
Descubriendo fotografías nuevas:
Durante estos quince años, he estado viajando por todas partes,
sin poder darle una buena razón a Seth de por qué me fui. La fotografía cada
vez me ha ido gustando más, he ido vislumbrando planos que jamás había esperado
hacer antes y he podido dejarlos parados en mis fotos durante largo tiempo para
seguir viéndolos cuando quisiera, tan solo clicando sobre ellos en el ordenador
que siempre llevo conmigo para poder imprimir las fotografías más maravillosas
e impresionantes, es como volver a ese momento.
Las fotografías me han enseñado que son pequeñas partes de nuestros recuerdos más preciados, lugares en los que hemos estado y en los que queremos volver a estar, momentos inolvidables en los que no puedes o no quieres volver atrás, el tiempo que no se puede recuperar pero que tan solo lo tienes en una fotografía, todo ello comprimido en un solo clic, a unos centímetros de ti haciéndote volver a vivirlo otra vez, es una conexión muy especial que no tendrías con nadie más que con los paisajes fotografiados.
Como habréis notado, viajo por el mundo solo y no he mantenido
ningún tipo de relación estable desde que me fui, de hecho, también dejé atrás
a una joven de la que estaba enamorándome y la que sus ojos me dejaban
totalmente petrificado por su belleza, tan solo desaparecí para ella, nada más.
Tampoco me interesa mantener ningún tipo de relación sólida con esta vida que
llevo, ya que, tan solo quiero moverme de un lado a otro todo el tiempo que me
quede, no puedo permanecer estático en ningún lugar, para mí es técnicamente
imposible, a parte, soy bastante nervioso, así que, no paro ni cuando estoy
sentado.
En fin, mi vida seguirá siendo un viaje en el que recordaré a Seth muchísimo y lo querré de la misma manera, aunque él no pueda hacerlo. En mis recuerdos permanecerá mi madre y todas las fotografías que he ido haciendo hasta hoy, están en mis increíbles álbumes hechos a mano por mí en una tiendecita muy especial en la India donde me enseñaron a hacerlos, eran unas mujeres realmente ingeniosas. Nunca olvidaré esos momentos, la soledad, lo increíble que es ver esos lugares en los que muchos envidiarían poder estar y poder captarlos con la vista, lo intenso que es hacer todo lo que siempre deseaste, el sentirse libre después de estar encerrado durante tanto tiempo y el poder decidir por mí mismo sin necesidad de seguir normas estúpidas de la sociedad, ni siquiera recuerdo cuándo es mi cumpleaños ni llamo a nadie para felicitarle, nunca celebro la Navidad y, mucho menos, las despedidas de soltero, de hecho, jamás he ido a una boda. Tan solo tengo recuerdos increíbles que puedo volver a ellos en cuanto quiera, he de prestar atención a los detalles en mi ordenador, imprimirlos y volverme a sentir como cuando estuve allí: Libre y siendo yo mismo.
Comentarios
Publicar un comentario