Personaje: Naira




Relato procedente: "Algo Más" (Huellas del Tiempo).

Resumen: Naira es una joven atrevida y con muchas ganas de vivir de forma algo extrema, se topó con alguien como Jannice y decidió probar suerte con una chica más dulce, tierna, sincera y con ojos castaños preciosos, a diferencia de otras con las que había estado. El amor entre ambas fue aumentando y cada vez se sentían más unidas la una de la otra, hasta que un día, Naira decide irse al extranjero para seguir con su carrera profesional sin contar con Jannice, a la que ni siquiera le había hablado del tema. Finalmente, su dulce y sincera novia va tras ella y logra despedirse antes de que despegue el avión, declarándole todo lo que sentía a Naira y logrando irse con ella y volver a estar juntas sin muros ni limitaciones.

Nombre completo: Naira Weison Stanford                                    Edad: 26 años

Ciudad natal: Wisconsin                                                                   Ciudad actual: Bruselas


Descripción física:


Mi cabello dorado ondea al unísono que el de Jannice, largo y liso hasta debajo de las costillas, ambas en un mismo camino y buscando un mismo destino. Mis ojos grises simbolizan la soledad sentida años atrás con las última chica con la que estuve, buscando incansablemente alguien que me completara y dejando entrever mi corazón a través de ellos, aunque esconda siempre todos mis problemas. Mis labios finos muestran mi mayor fortaleza, me gusta decir lo que pienso sin perjuicio de que otros opinen lo contrario, tan solo lo suelto sin pensar, pareciéndome bien aquello dicho que a quién no le guste no tiene por qué oírme. Mi cuerpo esbelto suele ir indumentado con unos vaqueros, unas camisas de encaje negro, unas botas con hebillas y muchos de los accesorios que una mujer hecha y derecha se pondría.

Descripción de la personalidad:

Como he dicho anteriormente, me gusta decir todo lo que se me pasa por la cabeza sin pensarlo, me gusta transmitir mis pensamientos y opinar de todo aquello que pasa o que me concierna. Algunas veces, suelo ser un poco callada porque o no conozco mucho a la persona o porque lo que dice no me da confianza y me da la sensación de que jamás lo hará, otras veces, soy totalmente extrovertida y me gusta compartir todos mis conocimientos, sentimientos y pensamientos, aunque haya tenido muchas cosas oscuras en mi vida que preferiría no recordar. Soy alguien que se siente viva coqueteando con otras, es algo que me hace sentir sensual, pero desde que Sirly me dejó, no he sido capaz de volver a valorarme a mí misma. Muchas de las cosas en las que creía en mi antigua relación, desaparecieron sin previo aviso, se desvanecieron en un aire intoxicado por el olvido y dejé de creer en aquello que llaman "amor", era una estupidez hasta que conocí a Jannice, ya averiguaréis por qué.

Un abandono infantil y adolescente:


Durante mi infancia y gran parte de mi adolescencia, me he sentido abandonada. Por un lado, mis padres nunca han permanecido en casa, siempre han estado en viajes de negocios, ya sea, obligados por la empresa o voluntariamente. Siempre han preferido estar lejos, apartarse de la monotonía de una casa familiar con una hija y millones de cosas que enseñarle; desde muy jóvenes siempre quisieron vivir la vida sin ningún tipo de molestia, de hecho, ni siquiera se plantearon tener hijos, digamos que les estorbé su momento de gloria, no estaba planeada en sus vidas. Melania siempre me cuidaba, era mi niñera y se preocupaba mucho por mí, e incluso, mucho más que una madre hasta que supe cuidarme de mí misma y pasaba más tiempo fuera de casa que dentro, aunque francamente, nunca había nadie en mi casa para saberlo.

Todo ésto, en cierto modo, me dio una mayor libertad a la hora de poder hacer lo que quisiera, desde escuchar música a cualquier hora hasta llegar a la hora que quisiera por las noches o cuando salía con amigas a discotecas rockeras. Nunca hubo alguien que me prohibiera salir o decirme que no hiciera ésto o aquello, no había nadie que estorbara mis tardes locas de soledad continua y no había nadie que me dijera cuánto me quería, así que, en reglas generales he podido hacer y tener lo que he querido sin limitación alguna, creo que por ésto es por lo que he crecido con una idea liberalista ante todo.

Relaciones catastróficas:

Durante toda mi adolescencia y gran parte de mi edad adulta, no he dejado de equivocarme en cuanto a mis relaciones amorosas. No sé exactamente si es porque me gustan las personas que hacen daño o porque no he conseguido a alguien que mereciera la pena. 

Una de mis primeras relaciones, fue con una tal Rosalie que era una mujer hecha y derecha e increíblemente madura para su edad, me encantaban sus ojos y su forma de caminar, dios no os voy a mentir, estaba muy buena y a mí me encantaba acostarme con este tipo de chicas, me dio por ahí porque a esa edad es lo que te gusta y no piensas en nada más serio, sin pensar que quizá te va a doler tener una relación así más de cualquier otra cosa; con ella no había nada claro, eran todo florituras y se negaba a salir totalmente del armario, una mañana dejó de hablarme y tuve que salir de su vida sin previo aviso. 

Otra de mis relaciones terminadas en catástrofe, fue la que mantuve con un chico llamado David, era muy interesante y no estaba ni muy bien ni muy mal, era alguien normal y era el tipo de persona con la que necesitaba estar en ese momento, aquí fui yo la que terminó con la relación, ya que, terminé aburriéndome de estar siempre haciendo las mismas cosas, viviendo una vida en la que mi pareja se avergonzaba de mí y de mi forma de vestir y de mi forma de hablar, a veces, no podíamos estar en un mismo lugar para que no le dejara en ridículo.

La tercera persona con la que estuve fue Anna, alguien que sonreía en todo momento, no tenía miedo de nada y era muy extrovertida, el problema era que le gustaba abrirse de piernas a cada tío o tía que se le presentaba con ganas de sexo. Como supondréis, me engañó totalmente y descubrí que estaba acostándose con un chico que ambas conocíamos mientras estaba conmigo, según él le ponía pensar en mí mientras se tiraba a su nuevo juguetito sexual.

La cuarta y la relación que más me afectó fue con Sirly, era una gran chica y realmente acabé creyendo que era la definitiva, que el destino nos había unido para dirigirnos a un mismo lugar, algo que más tarde me pareció ridículo. Estábamos muy unidas y todos los días nos lo pasábamos genial yendo a un montón de sitios, íbamos al cine y no se avergonzaba de mí ni de que fuéramos pareja, se sentía a gusto conmigo y yo con ella, no tuvimos ningún problema hasta que se fue a otro país para seguir con sus estudios sin decirme absolutamente nada, tan solo desapareció, se cambió el número de teléfono y no volví a saber de ella por ningún medio. Esta fue la relación que consideré más importante, me fue arrebatada, así que, no quería volver a tener una relación tan seria como esa en la vida, dejé de lado todo tipo de pensamiento sobre eso, empezando a acostarme con chicas al azar, viendo a Sirly en todas partes y sin verla en ninguna.

Una vida rebelde y liberalista:

Digamos que nunca he sido alguien que ha seguido las normas, he sentido más la libertad en mis venas que las exigencias absurdas de otros mostrándote qué camino se supone que he de escoger aunque yo no lo quiera, eso sería algo demasiado para mí. Siempre he tenido claro quién he querido ser y qué vida me gustaría llevar, es decir, la típica chica que no le da importancia a más de una cosa porque no le gusta preocuparse, sentirse culpable o vivir pensando en qué es lo que ocurrirá mañana o dentro de cinco años, yo simplemente no puedo ser así, me agobia demasiado.

Muchos siempre me dicen que soy una chica rebelde y sin solución, demasiado cabezota como para que la guíen, pero yo no me siento así, sino que no me gusta seguir los estándares sociales más diversos y tradicionales, me gusta arrancarlos de raíz, romperlos para que en mi vida no exista ningún tipo de límite. Cuando empecé a salir con chicas, era eso lo que quería demostrar, que el amor tampoco tiene barreras, que no importa si es una persona con tu mismo sexo o de distinto, da igual si tiene otro color de piel... nunca he sabido por qué tantas limitaciones en tantas cosas absurdas. Así soy yo.

Jannice: Una relación distinta

Cuando vi a Jannice por primera vez en aquella taberna, lo primero que me dejó impactada fue aquella sensualidad que desprendía, parecía que pensaba en sus cosas tan despreocupada y, a la vez, tímida. No me había topado con ninguna chica así, nunca había sentido curiosidad por alguien como ella ni tanta chispa a mi alrededor por alguien como ella, pero lo sentí, fue algo completamente incontenible. Algo que había en su interior, algo que transmitía al mirarte, me atrajo a ella como un imán, haciendo que eso fuera lo único relevante en aquel momento, algo verdadero; simplemente me dejé llevar y empecé a flirtear con ella, era tan tímida que me parecía adorable, me gustaba aquella forma de ondear en su mente, en su cuerpo... tuvimos una noche fantástica y, aunque yo lloré por Sirly, ella se quedó dormida a mi lado agarrándome fuerte para que me sintiera arropada. La verdad es que otra persona se hubiera ido al ver toda aquella situación, pero ella se quedó a mi lado para que no estuviera sola y, realmente lo agradecí.

Con Jannice he tenido una relación muy diferente a cualquier otra, está tan atenta conmigo que es sorprendente, ya que, esta atención no la había obtenido de ninguna otra persona ni de ninguna otra manera, ella simplemente es así y le gusta darte todo lo que tiene en su interior. Al principio, le parecía raro aquello que sentía y, a veces, se cuestionaba por qué estaba con una chica, pero más tarde, se dejó llevar por aquello en lo que siempre había creído, por aquello que sentía y por quiénes éramos. Durante esos dos años estuvimos totalmente unidas, como uña y carne, de hecho, íbamos a todas partes juntas como si no hubiera un mañana o como si al día siguiente dejáramos de existir. Digamos que todo ésto, me resultó algo extraño, jamás había experimentado algo así en mi vida y me asusté, pensé que todo era un montaje al igual que hizo Sirly conmigo, sintiendo que algo tan bonito no podría estar pasándome o que no podría encontrar a una persona como ella, era imposible... así que, decidí irme a Bruselas sin decírselo, pensado y hecho al día siguiente me subí al avión, tratando nuestra relación como algo sin importancia, algo que ella cogió al vuelo.

En Bruselas vivimos juntas, lo compartimos todo y jamás he sido tan feliz. Hasta he llegado a pensar que el destino nos ha reunido para compartir aquello que más deseábamos con la persona adecuada, con la que más se ajusta a la otra y sintiendo una complicidad que jamás sentiríamos con ninguna otra persona. Con ella todo es una aventura, desde que abrimos los ojos hasta que nos acostamos por la noche, desde que salimos tan solo a pasear hasta salir con algunos amigos a cenar, desde una simple comida en casa hasta una mañana en el gimnasio. Estar con ella es de lo más interesante y divertido, algo que no había experimentado con ninguna otra persona.

Un futuro lleno de sorpresas:

Bueno en realidad, eso espero. He dicho lleno de sorpresas porque llevamos pensando en adoptar una niña durante algún tiempo pero más adelante; y no, nunca había pensado nada semejante estando con ninguna otra persona y para que yo piense en algo así ya tengo que estar a gusto y sintiéndome como una reina en un castillo precioso... Lo hablamos y realmente me hizo mucha ilusión, nunca había sabido qué era una familia y tenía curiosidad de saber cómo era, qué podría aportarle a una cría de unos meses y cómo sería la vida en pareja teniendo hijos, me parece una idea muy positiva y algo que puede que haga nuestra relación mucho más fuerte que ahora.

Sorpresas en cuanto a mi trabajo como enfermera, quise ser médico pero supongo que he de esperar para poder estudiar un poco más. Ser enfermera me ha ayudado a ver los problemas físicos de otra manera, ver que algo que crees que es grave quizá no lo sea tanto y a observar mi cuerpo, mis cambios, por qué ocurre algo dentro de ti y por qué otra cosa, las consecuencias de hacer unas cosas y no otras, etc. Sorpresas en cuanto a que puedo seguir estudiando y escalando un poco más hasta convertirme en médico y Jannice hasta convertirse en una fotógrafa profesional, se pasa el día fuera de casa probando diversas posiciones, varios enfoques, lugares estratégicos para las fotos... en fin, está hecha una artista.

Sorpresas en cuanto a que los padres de Jannice acepten nuestra relación por fin y no nos vean como bichos raros, que dejen de juzgarla por venirse a Bruselas conmigo en un pensado y hecho como lo fue hace un tiempo y que valoren la hija que tienen, porque como ella, no hay nadie y no existiría algo tan precioso y preciado en el mundo.

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